Ni gasolina ni electricidad: BMW apuesta por el hidrógeno Actualmente, la industria automotriz enfoca sus esfuerzos hacia la electrificación, situación que trae grandes desafíos en desarrollos e infraestructura. A pesar de ello, existe todavía una parte que falta explotar con mayor fuerza.
Estamos hablando del hidrógeno, un gas que es de los más abundantes en la atmósfera y cuyo proceso químico genera agua. BMW anunció el pasado 31 de agosto la creación de X5 con funcionamiento a base de este gas.
Para comprender mejor cómo funciona un auto a hidrógeno, vale la pena explicar que también se requiere un motor eléctrico pero que, a diferencia de un EV, aquí se reposta con el gas. Al interior de las celdas existe una reacción entre hidrógeno y oxígeno que produce electricidad, alimentando de poder al resto de los componentes.
En total, este BMW iX5 Hydrogen genera 374 hp que, aunque no se especifica la autonomía, podemos esperar un buen rango dado el uso de baterías de alto voltaje y un motor de 5a generación. Lo que sí es un hecho es la confiabilidad mecánica tras una serie de pruebas en climas extremos, como el frío de Suecia.
Aunque suene como un hecho sin precedentes, BMW ya tiene experiencia investigando y fabricando prototipos de autos con celdas de hidrógeno, como lo fue el Serie 5 GT Hydrogen Cell de 2015. Sin embargo, la tecnología avanza a pasos agigantados, lo que al día de hoy trae componentes más ligeros y eficientes que garantizan mejores resultados.
Aunque iX5 Hydrogen será producido a pequeña escala, tendrá presencia en diferentes latitudes a finales de este año. El propósito es demostrar su funcionamiento ante diversos públicos así como para perfeccionar su funcionamiento.
Un hecho importante para que esto pudiera ocurrir es la alianza entre BMW y Toyota para crear este tipo de movilidad. El apoyo entre ambas marcas data de 2013, con la producción de celdas durante la fase inicial de manera conjunta pero con el ensamble final para el iX5 Hydrogen en Munich
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